Un chorro oscilante de un cometa interestelar
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Introducción
En los últimos años, los astrónomos han comprendido que el Sistema Solar no está completamente aislado. De vez en cuando, objetos formados alrededor de otras estrellas atraviesan nuestra región del espacio, ofreciendo oportunidades únicas para estudiar material originado lejos de la influencia del Sol. Uno de estos visitantes es el cometa interestelar conocido como 3I/ATLAS. A diferencia de los cometas habituales, que se formaron en los confines de nuestro propio sistema, este objeto llegó desde el espacio interestelar y conserva la huella de otro sistema planetario.
Un nuevo estudio científico informa sobre la detección de una característica llamativa en este cometa: un chorro de gas y polvo que surge de altas latitudes de su superficie y parece oscilar con el tiempo. Esta observación, realizada antes de que el cometa alcanzara su punto más cercano al Sol, ofrece una visión poco común de cómo se comportan los cometas interestelares cuando comienzan a activarse. Para los científicos, no es solo un detalle curioso, sino una pista clave sobre la estructura, la rotación y la actividad superficial de un objeto nacido alrededor de otra estrella.
Un chorro poco común
Cuando los cometas se acercan al Sol, se calientan. Los gases congelados bajo la superficie comienzan a sublimarse, arrastrando polvo y formando chorros visibles. Este fenómeno es bien conocido en los cometas del Sistema Solar, y su estudio permite deducir cómo giran y cómo es su superficie.
El chorro observado en 3I/ATLAS destaca por varias razones. Se origina en una región de alta latitud, más cerca de un polo que del ecuador del cometa. Además, su dirección no es fija. Con el paso del tiempo, parece cambiar de orientación, dando la impresión de un movimiento oscilante.
Esta oscilación, aunque sutil, puede medirse con observaciones detalladas. Sugiere que el eje de rotación del cometa podría no ser completamente estable o que la región activa responsable del chorro se desplaza en relación con el giro del núcleo. En el caso de un objeto interestelar, este comportamiento resulta especialmente valioso para compararlo con cometas formados en nuestro propio entorno.
Actividad antes del máximo acercamiento
Otro aspecto importante de la detección es el momento en que se produjo. El chorro fue observado antes de que 3I/ATLAS alcanzara el perihelio, es decir, el punto de su órbita más cercano al Sol. En ese momento, el cometa aún estaba relativamente lejos y solo comenzaba a mostrar signos de actividad. La presencia de un chorro bien definido tan temprano indica que materiales volátiles cerca de la superficie ya reaccionaban al calentamiento solar.
Esta actividad temprana aporta información sobre la composición del cometa. Indica la existencia de sustancias que subliman a temperaturas relativamente bajas. Dado que 3I/ATLAS se formó en otro sistema estelar, su mezcla de hielos y polvo podría diferir de la que se observa en cometas del Sistema Solar.
El hecho de que el chorro sea estructurado también sugiere que la actividad no es uniforme, sino localizada en regiones concretas de la superficie. Este patrón es común en cometas conocidos y su confirmación en un cometa interestelar refuerza la idea de procesos compartidos.
Lo que revela la oscilación
Un chorro oscilante no es solo una curiosidad visual. En la ciencia de los cometas, los chorros actúan como indicadores del movimiento y de las fuerzas que influyen en el núcleo. La expulsión de material produce un pequeño empuje continuo que puede modificar lentamente la rotación del cometa.
La oscilación observada en el chorro de 3I/ATLAS podría ser una señal de que estos efectos ya están actuando. Podría reflejar una rotación compleja o cambios inducidos por una liberación desigual de material. Otra explicación posible es que la geometría entre el eje de rotación y la región activa genere la oscilación aparente desde nuestra perspectiva.
Estas interpretaciones son especialmente valiosas porque permiten inferir propiedades que no pueden medirse directamente. El núcleo del cometa es demasiado pequeño y distante para ser observado con detalle, por lo que el comportamiento del chorro se convierte en una fuente clave de información.
La importancia de los cometas interestelares
Los cometas interestelares son visitantes excepcionales. Cada uno de ellos brinda la oportunidad de comprobar si los procesos físicos observados en el Sistema Solar también ocurren en otros lugares de la galaxia. ¿Se forman de manera similar? ¿Responden del mismo modo al calentamiento de una estrella? ¿Presentan estructuras internas comparables?
La detección de un chorro oscilante en altas latitudes sugiere que, en muchos aspectos, los cometas interestelares se comportan de forma parecida a los que conocemos. Pueden mostrar actividad localizada, chorros bien definidos y dinámicas de rotación complejas. Al mismo tiempo, pequeñas diferencias pueden revelar variaciones en las condiciones de formación en otros sistemas estelares.
Al estudiar estos objetos, los astrónomos obtienen muestras indirectas de otros sistemas planetarios sin abandonar el nuestro. Cada visitante interestelar amplía un poco más nuestra comprensión del cosmos.
Conclusión
El descubrimiento de un chorro oscilante en el cometa interestelar 3I/ATLAS puede parecer un detalle menor, pero tiene un significado profundo. Observado antes de su mayor acercamiento al Sol, el chorro revela actividad temprana, regiones específicas de emisión y señales de una rotación compleja. Estos resultados muestran que incluso un objeto nacido alrededor de otra estrella puede exhibir comportamientos familiares y, al mismo tiempo, ofrecer nuevas perspectivas.
A medida que se descubran más visitantes interestelares, observaciones como esta ayudarán a construir una visión más completa de la física de los cometas en toda la galaxia. Por ahora, 3I/ATLAS nos recuerda que el Sistema Solar forma parte de un entorno cósmico mucho más amplio, donde materiales de estrellas lejanas pueden cruzarse fugazmente con nosotros.
Original source:
Pre-perihelion detection of a wobbling high-latitude jet in the interstellar comet 3I/ATLAS, Astronomy & Astrophysics.
https://www.aanda.org/articles/aa/pdf/2026/01/aa58072-25.pdf