Técnica óptica caracteriza bacterias para estudiar su respuesta a antibióticos

Introducción

En el mundo microscópico, las bacterias se mueven, se adaptan y se defienden constantemente contra amenazas. Comprender exactamente cómo estos diminutos organismos reaccionan a los antibióticos ha sido un gran desafío para los científicos. Los métodos tradicionales a menudo requieren horas o días para medir las respuestas bacterianas, lo que puede ralentizar la búsqueda de tratamientos efectivos y ocultar cambios de comportamiento sutiles. Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) ha desarrollado ahora una técnica óptica que puede caracterizar células bacterianas individuales en tiempo real, abriendo una nueva ventana a la batalla entre microbios y medicamentos. (csic.es)

El enfoque se basa en mediciones precisas con luz que capturan las propiedades físicas y químicas de una bacteria sin dañarla. Al iluminar la célula con un haz controlado y analizar cómo interactúa la luz, los científicos pueden detectar cambios sutiles en tamaño, forma y composición interna. Estos cambios suelen indicar cómo la bacteria responde al estrés, como la exposición a un antibiótico. A diferencia de los métodos convencionales, esta técnica no requiere tinción, modificación genética ni esperar al crecimiento de poblaciones, lo que la hace excepcionalmente rápida y versátil.

Cómo funciona la técnica

El método se centra en medir cómo las bacterias dispersan y absorben la luz. Cada especie e incluso cada célula individual tiene una firma óptica única que refleja su estructura y composición química. Al registrar estas firmas repetidamente a lo largo del tiempo, los investigadores pueden seguir la dinámica del comportamiento bacteriano. Esto permite ver en minutos lo que antes tardaba horas: si la célula está reduciendo su crecimiento, produciendo moléculas protectoras o experimentando cambios inducidos por estrés.

Uno de los hallazgos más notables es la variabilidad entre bacterias